Este día, que se conmemora a nivel internacional, está orientado a promover la comprensión y el reconocimiento del ruido como un problema ambiental. Se busca que las personas tomen conciencia sobre los impactos que el ruido tiene en la salud y en la calidad de vida de cada uno, a fin de animarlos a realizar acciones para prevenir o abordar el ruido en los lugares donde trabajan, viven y estudian.

Las investigaciones muestran que la exposición continua a ruidos fuertes también puede causar estrés, ansiedad, depresión, presión arterial alta, enfermedades cardíacas y muchos otros problemas de salud.

Este día nos permite reconocer y repensar sobre estas consecuencias; de ahí su importancia y la necesidad de seguir actuando como agentes de cambio que concienticen responsablemente sobre la importancia de vivir en un ambiente libre de contaminación sonora en post a nuestra salud y a un medio ambiente equilibrado.

Por: Rodrigo Marín